El explosivo aumento de las familias monoparentales no es bueno

Se ha producido una enorme transformación en la forma de criar a los niños en Estados Unidos: la erosión de la convención de criar a los hijos dentro de un hogar biparental. A menudo, este cambio no se cuestiona ni se lamenta públicamente, en un esfuerzo por incluir la diversidad de estructuras familiares. Pero esta aceptación bienintencionada oculta la realidad crítica de que este cambio está perjudicando a nuestros hijos y a nuestra sociedad.

La proporción de niños estadounidenses que viven con padres casados ha disminuido considerablemente: En 2019, solo el 63% vivía con padres casados, frente al 77% en 1980. La cohabitación apenas compensa la diferencia en estas cifras. Aproximadamente una cuarta parte de los niños viven en un hogar monoparental, más que en cualquier otro país del que se disponga de datos.

No es una evolución positiva. Las pruebas son abrumadoras: Los niños de hogares monoparentales tienen más problemas de conducta, son más propensos a meterse en problemas en la escuela o con la ley, alcanzan niveles más bajos de educación y tienden a obtener ingresos más bajos en la edad adulta.