Encuestas muestran que los votantes se preocupan principalmente por la inflación y son pesimistas en medio del creciente temor a la recesión

Biden no puede agitar una varita mágica y bajar los precios de la gasolina.

Pero al menos puede demostrar que comprende el dolor de los votantes y dar la impresión de que actúa.

El miércoles, en la Casa Blanca, anunció que seguiría adelante con su plan de liberar otros 15 millones de barriles de petróleo de las reservas estadounidenses para tratar de controlar los mercados mundiales de crudo.