Los de 37 años temen a los de 23 que trabajan para ellos

Los veinteañeros que ponen los ojos en blanco ante los hábitos de sus mayores es una tendencia que viene de lejos, pero muchos empleadores dicen que hay una nueva audacia en la forma en que la Generación Z dicta sus gustos

Como millennial con el hábito de merodear por TikTok, Jessica Fain comprendió que los vaqueros pitillo y las partes laterales estaban en marcha hacia la extinción. Pero cuando la Sra. Fain, que trabaja como gerente de producto en una gran empresa de tecnología, escuchó que algunos de sus emojis favoritos también podrían enfrentarse a la jubilación decidió buscar el consejo de sus colegas menores.

La Sra. Fain es lo suficientemente mayor como para recordar cuando los millennials determinaban lo que estaba de moda: peleles, rosa palo, cerveza artesanal, Netflix y chill. De forma sutil pero innegable, como suelen ser los cambios generacionales, hay una nueva generación de empleados que determina las normas y estilos del lugar de trabajo. Y no tienen ningún reparo en cuestionar no sólo el uso de los emoji, sino todas las formas anticuadas de sus jefes ligeramente mayores, desde sus opiniones sobre la política en la oficina hasta su propia obsesión por el trabajo.

¿Alguien se ha fijado en los jóvenes? Hablan de forma diferente, envían más mensajes de texto, llevan la ropa equivocada y siguen enviando mensajes de texto. ¿Dejan alguna vez sus teléfonos?

Los investigadores llaman a esto el efecto “jóvenes de hoy en día”, y señalan que ha estado ocurriendo durante milenios. “Es algo natural que la gente tienda a quejarse de todos los que son más jóvenes que ellos, desde los filósofos griegos”, dice Cort Rudolph, psicólogo de organizaciones.

Cada nueva generación, bautizada por los mercadólogos y codificada por los consultores laborales que venden consejos sobre cómo gestionar la misteriosa juventud, puede parecer a las personas que les precedieron como singularmente centradas en sí mismas.

Sin embargo, muchos directivos creen que ignorar la división entre los jóvenes y los menos jóvenes no es una opción. Esto influye en la contratación. Influye en el marketing. Y en el último año, ha dado forma a la manera en que las empresas responden a un país en convulsión.